viernes, 18 de abril de 2014

Un almuerzo provechoso



                    
 Como todos sabéis, en Catalunya tienen la buena costumbre del almuerzo, "esmorza a taula"  sentado y bien acompañado . Lógicamente los que allí estuvieron destinados acogen el buen ejemplo y hacen suya esa tradición.

   Una mañana de mucho frío y niebla en la,  quien conozca esa comarca sabe que  hay para regalar, una pareja de guardias civiles de tráfico se ganó el aprecio de muchos y el reconocimiento de todos gracias a un buen almuerzo que no pagaron:  
  Los dos mas veteranos del destacamento estaban de servicio en su Citroen BX, escucharon por la emisora una requisitoria, un R-19 blanco acababa de atracar una gasolinera en Ripoll, bueno, ellos estaban lejos y era improbable que pasaran por la demarcación. Siguieron su  servicio atentos pero tranquilos.  Algo más tarde,entra el hambre mañanero. Aprovechan para hacer una "escapadita" y almorzar tranquilos en un local que de aquella apenas se reconocía como restaurante desde la carretera .Es un local de frecuente parada para ganaderos, agricultores y gentes próximas, todos apegados a la tierra, como iba a faltar la Guardia Civil.  Cuando ibas estabas entre amigos, aparcábamos por detrás y entrabamos por la cocina,  no digo el motivo porque el veterano ya se lo imagina y el más novato que deje su instinto volar... En fin, El Restaurante El Molí, cerca de la famosa Casa Tarradellas,  te sentabas a comer un cordero o unas "montegetes con butifarra i cansalada" de infarto.

 Así estaban nuestros compañeros, que os prometo que no conocían ningún gimnasio cercano a su casa y la palabra dieta les sonaba a enfermedad,  sentados con los paisanos, todos muy catalanes y del Barça, muy pero que muy muy!!  pero con el seny català suficiente para saber que los hombres y mujeres de la Agrupación no éramos solo un uniforme paseando por sus tierras. Había amistad, solíamos sentarnos en una mesa larga con ellos, en una esquina, cerca del fuego y cara a la puerta de acceso.


Y así estaban nuestros caimanes, todavía con la butifarra humeante, oyen como un coche entra con demasiada prisa a la explanda de gravilla que da acceso por delante al bar. Ambos pensaron para sí, "uno que tiene prisa",  tranquilos, estaban, como dijimos antes, era un bar de cliente fija, raro que entrara alguien extraño,  pero, ¿Qué pasó? Pues si, entraron dos jóvenes  - para los caimanes claro - de 30 años aproximadamente, no eran  clientes habituales y se apreciaba sin ser del CSI Las Vegas que no habían estado nunca en el local. Cuchicheando con los payeses que compartían mesa supieron también que no eran de la zona,  no los conocían y hablaban catalán con acento de otra comarca. Ya sabéis que a un paisano apegado al terruño no se le escapa ni el olor que desprenden sus ovejas  (cerdos en el caso de la Comarca de Osona). Tampoco a nuestros avezados compañeros se les escapó que estaban inquietos los comensales desconocidos, los nuevos clientes no se habían dado cuenta de la presencia de los guardias, pasar desapercibido a la hora del almuerzo requiere sutileza, años de experiencia y hambre canina. A requerimiento de la patrulla,discretamente se levanta un comensal de la mesa para ver que coche llevaban los dos chicos,  un Renault 19 blanco les informa "l'espia català" ¿¿Cómo??? Vaya, y sin decir nada, saltan de sus sillas, no sabemos si dieron un bocado o no a su butifarra, recompusieron su uniforme y se acercan a la mesa de los sospechosos,  y... al ver  a los dos hombres de verde acercarse a sus asientos  y  después de un primer momento  de sorpresa , se levantan e intentan escabullirse, para qué! entre dos guardias de más de 50 años  y  varios payeses curtidos en agarrar cerdos por las orejas, evitan que salgan.




Una vez reducidos por una horda de agricultores enfurecidos y dos tranquilos motoristas, son registrados por los expertos guardianes del orden (hablo de los guardias jejeje): una pistola y un cuchillo entre sus pantalones. En el coche estaba la cartera del trabajador de la gasolinera  con dinero todavía.  Gran trabajo, detenidos dos atracadores poco después de cometer su fechoría, pero ahora viene el mayor de los problema: ¿Cómo se lo dicen a COTA?? Como explicar que estamos en el bar sentados...  y  ¿la butifarra y les montegetes con ese rico pan con tomate en nuestra mesa? Sencilla solución.Complot en el restaurante!!! Clientes, dueño y guardias civiles cambiaron un poco la historia: cumpliendo a reglamento estricto la entrada en los bares, uno estaba dentro del local y el otro en el coche patrulla atento a las transmisiones, cuando éste vio entrar el coche en el aparcamiento, aviso a su compañero que estaba dentro y entre los dos detuvieron a los sospechosos. Todos declaran lo mismo, ni una fisura, no vaya a ser que algún mando quiera también medalla y se lleve entre los dientes "la butifarra" de alguno
  Los atracadores no vieron el coche patrulla pregunta el capitán, imposible verlo detrás de los camiones jaula cargados de cerdos mi capitán!!! Ya sabe usted mejor ver que ser vistos. Así me gusta, se nota la veteranía. Buen servicio. A sus órdenes mi capitán!!!


Final feliz? Pues si, dos delincuentes menos, dos héroes más, una felicitación formal y muchas de corazón, tema de conversación para un par de años en la mesa comunal, y un almuerzo gratis. Y sobretodo, los clientes del restaurante vieron que dos guardias dejaron su almuerzo  y son dudarlo fueron a por dos delincuentes, sin saber qué podía suceder.  Antes el ciudadano y el deber que un buen plato de cansalada. Sólo decir que la pistola era simulada, pero la historia es real y los dos compañeros ya retirados son especialmente queridos entre todos los que hemos pasado por esa Unidad, gracias a ellos algún soltero engordó un par de kilos...